LECCIÓN 4
VI.
1. No me mires a mí. Mírate a ti mismo: ¡Qué gordo estás!
2. El joven matriminio no tiene trabajo y no pueden mantenerse a sí mismos.
3. A ellos no les gusta la comida china, pero a mí, sí.
4. Deja de hablar. ¡Qué tiene que ver esto conmigo!
5. Marcos me pidió que saludara a Juana por él cuando fuera a verla al hospital.
6. Los mayores no sólo se cuidaban de sí mismos, sino que también se cuidaban entre sí.
7. ¿Quieres persuadirme a mí de investigar junto contigo ese asunto? ¿Estás loco?
8. Algunos siempre piensan en otros; otros siempre piensan en sí mismos y nunca en los demás.
9. Ellos se miraron un rato y por fin se reconocieron el uno al otro.
10. El director cree que el futuro de la empresa sólo depende de él, pero está equivocado.
VII.
1. allí: a Numancia
su mejor general: Escipión
2. otras tantas: otras tantas veces
3. les: a los numantinos
pasó: la idea de rendirse
4. sí: los numantinos
ciudad: Numancia
enemigo: los romanos
5. sitiadores: los romanos
6. se: los mismos romanos
tal: vencedores
7. joven: Viriato
8. sus hijos: los numantinos
1. así: la historia de la conquista de Numancia
una ciudad: Numancia
le: a Escipión
su: de Numancia
2. la: la foto
él: el comprobante
VIII.
1. grandes
2. en vano
3. A duras penas
4. se negó
5. En vez de
6. murieran
7. se rindió
8. Transcurrió
9. consideran
10. variaran
IX.
1. a duras penas
2. resultó
3. a lo largo
4. en vano
5. Debido a
6. en medio de
7. a cambio de
8. antes que
9. última
10. Aprovechando
11. negar
12. evitar
X.
1. dispuesta
2. desesperadas
3. reveladas
4. Suponiendo
5. sentados
6. Teniendo cumplidos
7. Aprovechando preparada
8. Valiéndoos sometido
9. Considerando confeccionado
10. Creyendo arreglado
XI.
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XIV.
Numancia, situada en la provincia de Soria en el Norte de España, es una ciudad histórica muy conocida. En el siglo II antes de nuestra era, el ejército del Imperio Romano sitió la ciudad, exigiendo que se entregaran los aborígenes. Los numantinos preferían morir antes que entregarse y luchaban heroicamente contra los invasores. La guerra duró más de un año. Como escaseaban cereales y armas, los numantinos no pudieron resistir más. Decidieron matarse entre sí y dejar una ciudad vacía a los invasores. De modo que aunque Escipión logró entrar en Numancia junto con su ejército, como vencedor, los numantinos se habían negado a entregarle la llave de la ciudad. Esto significa que no reconocían que habían sido vencidos.
Han transcurrido cerca de dos mil años, pero la historia de Numancia no queda en el olvido. Hoy en día, cada vez que la gente la recuerda, se siente aún conmovida por la valentía de los numantinos.