7
Era la solitaria hora de las quince. Winston no podía recordar ya por qué había entrado en el café a esa hora. No había casi nadie allí. Una musiquilla brotaba de las telepantallas. Los tres hombres, sentados en un rincón, casi inmóviles, no hablaban ni una palabra. El camarero, sin que le pidieran nada, volvía a llenar los vasos de ginebra. Había un tablero de ajedrez sobre la mesa, con todas las piezas colocadas, pero no habían empezado a jugar. Entonces, quizá sólo durante medio minuto, ocurrió algo en la telepantalla. Cambió la música que tocaba. Era dificil describir el tono de la nueva música: una nota burlona, cascada, que a veces parecía un rebuzno. Winston, mentalmente, la llamó «la nota amarilla».
Y la voz de la telepantalla cantaba:
Bajo el Nogal de las ramas extendidas
yo te vendí y tú me vendiste.
Allí yacen ellos y aquí yacemos nosotros.
Bajo el Nogal de las ramas extendidas.
Los tres personajes no se movieron, pero cuando Winston volvió a mirar la desvencijada cara de Rutherford, vio que estaba llorando. Por vez primera observó, con sobresalto, pero sin saber por qué se impresionaba, que tanto Aaronson como Rutherford tenían partidas las narices.
Un poco después, los tres fueron detenidos de nuevo. Por lo visto, se habían comprometido en nuevas conspiraciones en el mismo momento de ser puestos en libertad. En el segundo proceso confesaron otra vez sus antiguos crímenes, con una sarta de nuevos delitos. Fueron ejecutados y su historia fue registrada en los libros de historia publicados por el Partido como ejemplo para la posteridad. Cinco años después de esto, en 1973, Winston desenrollaba un día unos documentos que le enviaban por el tubo automático cuando descubrió un pedazo de papel que, evidentemente, se había deslizado entre otros y había sido olvidado. En seguida vio su importancia. Era media página de un Times de diez años antes —la mitad superior de una página, de manera que incluía la fecha— y contenía una fotografía de los delegados en una solemnidad del Partido en Nueva York. Sobresalían en el centro del grupo Jones, Aaronson y Rutherford. Se les veía muy claramente, pero además sus nombres figuraban al pie.
这是十五点这个寂寞的时间。温斯顿如今已记不得他怎么会在这样一个时候到咖啡馆去的。那地方几乎阒无一人。
电幕上在轻轻地播放着音乐。那三个人几乎动也不动地坐在他们的角落里,一句话也不说。服务员自动地送上来杜松子酒。他们旁边桌上有个棋盘,棋子都放好了,但没有人下棋。这时——大约一共半分钟——电幕上忽然发生了变化,正在放的音乐换了调子,突如其来,很难形容。这是一种特别的、粗哑的、嘶叫的、嘲弄的调子;温斯顿心中所要听的黄色的调子,接着电幕上有人唱道:“在遮荫的栗树下,我出卖你,你出卖我;他们躺在那里,我们躺在这里,在遮荫的栗树下。”
这三个人听了纹丝不动。但是温斯顿再看鲁瑟福的疲惫的脸时,发现他的眼眶里满孕泪水。他第一次注意到,阿朗逊和鲁瑟福的鼻子都给打瘪了,他心中不禁打了一阵寒颤,但是却不知道为什么(atwhat)打寒颤。
以后不久,这三个人又都被捕了。原来他们一放出来后就马上又在搞新的阴谋。在第二次审判时,他们除了新罪行以外,又把以前的罪行招供一遍,新帐老账一起算。他们被处决后,他们的下场记录在党史里,以儆后代效尤。大约五年以后即1973年,温斯顿在把气力输送管吐在他桌子上的一叠文件打开的时候,发现有一张纸片,那显然是无意中夹在中间而被遗忘的。他一打开就意识到它的重要意义。这是从十年前的一份《泰晤士报》上撕下来的——是该报的上半页,因此上面有日期——上面是一幅在纽约举行的一次党的集会上代表们的照片,中间地位突出的是琼斯、阿朗逊、鲁瑟福三人。
一点也没有错,是他们三人;反正照片下面的说明中有他们的名字。