Lección 13
X. Traduce al español las siguientes oraciones:
1. Al hombre lo metieron en una prisión, porque se había puesto al servicio de los japoneses durante la guerra.
2. No hace falta que te presentes. Todo está resuelto.
3. Los refugiados llegaron ahí en busca de medios de subsistencia.
4. Los cálculos arrojaron una cifra fabulosa.
5. ¿Cuántos goles ya lleva marcados tu equipo?
6. No entiendo cómo funciona este aparato. ¿Me lo puedes explicar?
7. Gracias a aquella oportunidad pudo ahorrar algún dinero.
8. No confiéis mucho en sus palabras. Le gusta exagerar.
9. ¿Qué crees? El puesto lo ha conseguido por medio de la influencia de su padre.
10. Aquí tienes la lista de todas las compras que hay que hacer. Calcula cuánto dinero se necesita.
XI. Completa las oraciones con el pronombre relativo que o quien según convenga:
1. En aquella conferencia conocimos a un colombiano (que) había tomado parte en la Guerra de Corea.
2. ¿Todavía te acuerdas de aquel señor argentino de (quien) te hablé hace tiempo?
3. El niño miró con temor a sus padres, (quienes) le prohibieron salir a jugar.
4. Fue la profesora Rosa Sánchez (quien) me animó a seguir estudiando.
5. El periodista dio las gracias al turista con (quien) había conversado durante mucho tiempo.
6. Se ha elegido jefe de grupo a Tomás, (que. quien) es respetado por todos.
7. Todos elogiaron al niño a (quien) el invasor no había logrado someter ni con amenazas ni con dádivas.
8. Son Diana y Fabio (quienes) se encargan de la publicación del periódico.
9. Les presento a una chica (que) se ha salvado del desastre por pura casualidad.
10. Con mucha pena nos despedimos de un amigo por (quien) sentimos mucha admiración.
XII. Completa las oraciones eligiendo de las palabras dadas al final de cada oración la más adecuada (o las más adecuadas) para el contexto:
1. Todos lo hemos oído. ¿Cómo puedes ( negarlo)? (evitar, negar, sostener)
2. Esta sala ya no (pertenece) a nuestro grupo. Ahora la ocupa el grupo B.
(ser, estar, pertenecer)
3. Al ver que la anciana iba a caer, el muchacho se precipitó a (sostenerla) entre sus brazos. (sostener, afirmar, detener)
4. Dicen que se va a (formar) un equipo de fútbol en la facultad. ¿Vas a participar en él?
(establecer, formar, componer)
5. Lo que acabo de decir es pura verdad. Yo lo (afirmo) una vez más a pesar de que ustedes no lo creen. (convencer, sostener, afirmar)
6. Como no quiero nada de disputas, siempre trato de (evitar) hablar con él.
(negar, abandonar, evitar)
7. Está decidido a llevar a cabo su audaz proyecto. Nadie puede ( convencerlo).
(convencer, detener, evitar)
8. Al ver que nadie estaba de acuerdo con él, no tuvo más remedio que (abandonar, dejar) su descabellada idea. (negar, abandonar, dejar)
9. No me siento digno de ningún agradecimiento. En cambio, (me alegro) de haber podido ser útil en algo para ustedes. (enorgullecerse, satisfacerse, alegrarse)
10. Paco es un hombre terco. Cuesta trabajo (convencerlo).
(detener, convencer, formar)
11. Como no le gustan los ruidos de la ciudad, ha decidido (establecerse) en el campo.
(trasladarse, detenerse, establecerse)
12. El proyecto que has presentado es demasiado ambicioso. No resulta muy (aceptable,
interesante).
(extraordinario, interesante, aceptable)
XIII. Pon el infinitivo en el tiempo y la persona correspondientes (Continuación del ejercicio XII de la lección 11):
(Continuará)
La joven se puso en pie bruscamente y con el arco preparado.
--no temas-- le contestó la misma voz, a la vez que una viejecita con rostro cansado y actitud suplicante de su dispersa tribu se acercaba a ella.
Isapí bajó el arco amanazante.
--¡Ah! ¿eres tú? ¿Qué es lo que quieres? ¿Por qué me molestas?-- dijo Isapí.
--Estoy muy cansada, Isapí, y he salido por leña; pero me faltan las fuerzas para cortarla. ¿Por qué no me preparas tú un haz pequeñito? Lo harías en seguida. Yo lo necesito para hacer fuego. Mi nieto está enfermo y no me tiene más que a mí. Estoy deseando volver a cuidarlo. Ayúdame tú.
--Vete de aquí. Me has asustado, y aún quieres que te ayude.
--Compadécete, Isapí.
“¡Vete!”
XIV. Rellena los espacios en blanco con algún artículo apropiado o forma contracta de artículo y preposición donde sea necesario (Continuación del ejercicio anterior):
Calló la vieja y se alejó con lágrimas en los ojos. Isapí comenzó a caminar en dirección opuesta.
Cuando la bella joven, que nunca se conmovía y que jamás lloró, hubo caminado un buen trecho, oyó entre los árboles el llanto de un niño.
-- ¿Qué le pasará?-- pensó. --¿Será quizá el nieto de la vieja?
Pero no quiso detenerse y procuró alejarse de aquel lugar.
--¡Eh! ¡Isapí!
Una mujer joven, perteneciente también a la derrrotada tribu, venía corriendo hacia la bella hija del muerto cacique y traía entre los brazos un hermoso niño que no paraba de llorar.
--Déjame tranquila.
--te ruego, por lo que más quieras, que me indiques cuáles son las yerbasque curan las picaduras del escorpión. Tú lo sabes, Isapí.
XV. Traduce al español:
¿Qué es más útil, un tren o un bolígrafo? Depende. Para mucha gente que no tenga una frecuente necesidad de escribir y que deba, en cambio, desplazarse diariamente en tren, un bolígrafo no tendrá un papel importante en su vida. Por el contrario, para aquellos otros que a lo mejor no toman un tren más de una vez al año, pero que continuamente tienen que escribir, hacer cuentas, dar clases o firmar cartas, les resultará mucho más imprescindible el bolígrafo que el tren. Sin embargo, una cosa es cierta: casi todo el mundo sabe quién inventó la locomotora, pero casi nadie sabe quién inventó el bolígrafo.
Y lo mismo que con el bolígrafo ocurre con cientos de otros inventos que han entrado en nuestra vida cotidiana y sin los cuales ésta nos resultaría incomododísima.
A lo largo de los siglos XIX y XX, todos estos inventos van instalándose entre nosotros. Una casa cualquiera de nuestro tiempo constituye un verdadero museo de inventos de uso cotidiano que nos resultan ya tan familiares que no se nos ocurre que alguien los haya tenido que inventar.