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De repente, sucedió algo extraño. Durante un brevísimo instante, Sofía vio con toda claridad que la muchacha del espejo guiñó los dos ojos.
Sofía se alejó asustada. Si ella misma había guiñado los dos ojos ¿cómo podía entonces haber visto guiñar los ojos a otra? Y había algo más: parecía como si la muchacha del espejo se los estuviera guiñando a Sofía. Era como si quisiera decir: te veo, Sofía. Estoy aquí, al otro lado.
Sofía notó cómo le latía el corazón. Al mismo tiempo, oyó ladrar a un perro a lo lejos. ¡Seguro que era Hermes! Tendría que marcharse corriendo.
Entonces se dio cuenta de que había un billetero verde sobre la cómoda. Sofía lo cogió y lo abrió con cuidado. Contenía un billete de cien, otro de cincuenta... y un carnet escolar. En el carnet había una foto de una muchacha de pelo rubio, y debajo de la foto ponía «Hilde Møller Knag» e «Instituto público de Lillesand 3».
Sofía notó cómo su cara se enfriaba. Entonces oyó de nuevo los ladridos del perro. Tenía que salir de allí.
Al pasar, vio en la mesa un sobre banco entre todos los libros y papeles. En el sobre ponía «SOFÍA».
Sin pensárselo dos veces, lo cogió y lo metió a toda prisa en el sobre amarillo con todas las hojas sobre Platón. Luego salió corriendo de la cabaña, cerrando tras de sí la puerta.
En el exterior, oyó ladrar al perro aún más fuerte. Pero lo peor de todo era que la barca había desaparecido. Tardó un parde instantes en descubrir que la barca estaba flotando en medio de la laguna.
Junto a ella, notaba uno de los remos. Se había olvidado de subir la barca a la orilla. Oyó de nuevo ladrar al perro, y también oyó que algo se movía entre los árboles al otro lado de la laguna.
Sofía dejó de pensar. Con el gran sobre en la mano se metió corriendo entre las matas detrás de la cabaña. Tuvo que cruzar un pequeño pantano, varias veces pisó mal y metió la pierna hasta la rodilla en el fango. Pero sólo podía pensar en correr, tenía que ir a casa, a casa.
Al cabo de un rato llegó a un sendero. ¿Se había traído el sobre? Sofía se paró y escurrió el vestido, el agua caía a chorros sobre el sendero. Finalmente, se puso a llorar.
¿Cómo podía ser tan estúpida? Lo peor de todo era la barca. No fue capaz de librarse de la imagen de la barca y del remo notando en medio de aquella laguna. Qué vergüenza, qué horrible...
突然间,一件骇人的事发生了。有一刹那,苏菲很清楚地看到镜中的女孩同时眨着双眼。苏菲吓得倒退了一步。如果是她自己同时眨动双眼,那她怎么看到镜中的影像呢?不仅如此,那个女孩眨眼的样子仿佛是在告诉苏菲:“我可以看到你喔!我在这里,在另外一边。”
苏菲觉得自己的心怦怦地跳着。就在这时候,她听到远处的狗吠声。汉密士来了!她得马上离开这里才行。这时她看到镜子下方的五斗柜上面有一个绿色的皮夹,里面有一张百元大钞、一张五十元的钞票以及一张学生证,上面贴着一张金发女孩的照片,照片下面写着女孩的名字:席德……
苏菲打了一个冷颤。她再次听到狗叫声,她必须马上离开!
当她匆匆经过桌旁时,看到那些书与纸堆旁放着一个白色的信封,上面写着两个字:“苏菲”。
在她还没有时间弄清楚自己在做什么以前,她已经一把抓起了那封信,把它塞到装着柏拉图学说的棕色信封里,然后她便冲出大门,把门在身后“砰!”一声关上。
狗叫声愈来愈近。但最糟的是小船不见了。一两秒钟后,她才看到它,原来它正在湖心漂浮,一只桨也在船边漂着。这都是因为她那时无力将它拖上岸的缘故。她听到狗叫声已经逼近,同时湖对岸的树林间也有一些动静。
苏菲不再迟疑。手里拿着大信封,她飞奔到小木屋后面的树丛中。不久她就已置身一片潮湿的沼地。当她在草地上跋涉时,好几次不小心踩进比她脚踝还高很多的水洼中。但是她非继续往前走
不可。她必须回家……回家。
不久,她看到了一条路。这是她来时所走的路吗?她停下来把衣服拧干,然后开始哭泣。
她怎么会这么笨呢?最糟的是那条船。她忘不了那船还有那只桨在湖上无助地漂浮的景象。真难为情,真是羞死人了……